Imagina que revisas el buzón de correo y encuentras un sobre del consultorio de tu médico o del hospital. Te angustias, pues estás por averiguar qué no pudo cubrir tu seguro de tu última visita a la sala de urgencias o incluso de tu visita de rutina.
Luego abres la factura y ves una cantidad mucho mayor de lo que puedes pagar.
Es normal entrar en pánico, pero respira profundo. Recuerda que hay soluciones a tu problema. Te ofrecemos algunos consejos para ayudarte a negociar esas facturas médicas:
1. Lleva un registro de tus conversaciones.
Cuando negocies una factura, probablemente tengas que hablar con mucha gente en distintos departamentos. Pide el nombre de cada persona con la que trates. Anota la fecha en la que hablaron, su número de teléfono y lo que te diga. También asegúrate de anotar cualquier número de incidente.
Sugerencia: por frustrante que sea la situación, recuerda ser firme pero amable. Es más probable que te ayuden si eres cortés.
2. Asegúrate de que la factura sea correcta.
Las facturas son creadas por seres humanos, y los humanos cometen errores. Revisa cada renglón para garantizar que no haya ningún error. Cerciórate de que no haya algún procedimiento que no hayas recibido o que ya hayas pagado o que el seguro debería haber cubierto.
Si encuentras algún error, llama a la compañía para que lo quiten de la factura. O, si no recibiste una factura detallada, solicita que te envíen una.
3. Compárala con tu EOB.
Antes de recibir tu factura, tu seguro debe enviarte una explicación de los beneficios (EOB, por sus siglas en inglés). Se trata de un desglose de lo que cubrirá y de lo que tú tienes que pagar. Cuando recibas la factura, compara los precios y verifica que coincidan. Si no es así, llama a tu compañía de seguros.
4. Infórmate sobre costos por atención fuera de la red.
Para un procedimiento en particular, quizá tengas que consultar a más proveedores de atención médica aparte de tu médico regular. Si no están dentro de la red del seguro médico, sus servicios son más caros. Por lo tanto, podrían cobrarte la diferencia.
Sin embargo, si vives en California, Connecticut, Florida, Illinois, Maryland o Nueva York, estos estados protegen a los pacientes de lo que se llama ‘facturación de saldos’. Exigen que las tarifas por atención fuera de la red sean las mismas que las de los médicos de la red. Incluso si no vives en ninguno de esos estados, averigua qué está permitido donde vives o si te han cobrado de más.
5. Llama a tu seguro.
Si no logras nada al hablar con el médico o el hospital, llama a tu aseguradora para averiguar por qué ciertos procedimientos no están cubiertos. Es posible que hayan ingresado un código médico incorrecto. Si deciden no cubrir algo, presenta una apelación.
En caso de que tu médico también considere que el seguro debería cubrirlo (por ejemplo, por un procedimiento necesario desde el punto de vista médico), él puede ayudarte a formular una apelación.
6. Procura solicitar un plan de pagos.
Si tu factura es exacta, pero simplemente no puedes pagarla de inmediato, habla con la oficina de facturación para averiguar si hay algo que se pueda hacer. Pregunta si ofrecen algún descuento o si pueden eximir las tarifas. Muchos hospitales tienen planes de pago sin intereses.
7. Solicita un perdón de la factura médica.
Si de plano no puedes pagar, ni siquiera con un plan de pagos, pregunta si ofrecen asistencia financiera o algún programa de perdón de facturas médicas. De haberlo, deberás demostrar que no puedes pagar la factura, ya sea presentando declaraciones de impuestos o documentos que consten que no puedes trabajar debido a una discapacidad u otro motivo.
Más consejos sobre cómo ahorrar
¡Pregunta por muestras y cupones!
Si hay algún medicamento que tu médico quiere que tomes, pero tu seguro no lo cubre o es demasiado caro, pregúntale si tiene muestras o cupones de la compañía farmacéutica para ayudarte a reducir el costo.
¡Pregunta si tu médico tiene una escala variable!
Algunos doctores no aceptan seguro médico o pueden no aceptar el tuyo. Si realmente quieres quedarte con tu médico actual, pregúntale si tiene una escala variable para sus servicios. Algunos pueden aceptar cobrarte menos si saben que los consultarás con frecuencia o si tienes bajos ingresos.
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¿Cuáles son los errores más comunes de la facturación en salud?
Los errores más comunes de facturación en salud incluyen la duplicación de cargos, errores en la codificación de procedimientos, falta de documentación adecuada, errores en la información del paciente, omisión de cobertura de seguros, y facturación incorrecta de servicios no proporcionados. Estos errores pueden resultar en facturas excesivas o pagos incorrectos. Para evitar estos problemas, es importante revisar detenidamente las facturas médicas, compararlas con los registros médicos y comunicarse con el proveedor de salud o la compañía de seguros para aclarar cualquier discrepancia.
¿Cómo debe decir la factura de gastos médicos?
La factura de gastos médicos debe incluir información precisa y detallada. Debe contener el nombre y la información de contacto del proveedor de salud, así como los detalles del paciente, como el nombre y la fecha de servicio. Además, la factura debe incluir una descripción clara de los servicios prestados, los códigos de procedimientos correspondientes y los costos asociados. Es importante que la factura sea comprensible y esté respaldada por la documentación médica adecuada.
¿Cuál es el monto deducible de una factura de gastos médicos?
El monto deducible de una factura de gastos médicos es la cantidad que el asegurado debe pagar antes de que la aseguradora comience a cubrir los costos. Este monto varía según el plan de seguro de salud y puede ser fijo o estar sujeto a un porcentaje del costo total. Es importante revisar los términos de la póliza para conocer el monto deducible específico.